En un operativo de alto impacto, la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay, en coordinación con la Policía Federal del Brasil y el respaldo del Ministerio Público, logró incautar y destruir unas 230 toneladas de marihuana en apenas tres días, durante la Operación Nueva Alianza.

Las acciones se concentraron en zonas rurales del departamento de Amambay, utilizadas para el cultivo, procesamiento y acopio de la droga. La fiscal Rosana Coronel encabezó los procedimientos por parte del Ministerio Público paraguayo.

Marihuana lista para distribución

Un hecho llamativo de esta intervención fue el hallazgo de grandes cantidades de droga ya procesada y lista para su comercialización. En total, se decomisaron 11.250 kilos de marihuana picada y prensada, lo que confirma la magnitud de la infraestructura clandestina operando en la zona.

Además, las fuerzas antidrogas desmantelaron 30 campamentos clandestinos y erradicaron 73 hectáreas de cultivos ilegales, lo que representa unos 219.000 kilos de droga que no llegarán al mercado negro.

Daño millonario al crimen organizado

El perjuicio económico estimado para las estructuras criminales ronda los 6,9 millones de dólares, según cálculos oficiales. Las autoridades destacan que esta ofensiva busca no solo frenar el tráfico, sino debilitar de raíz el aparato logístico de los grupos narcos.

La Operación Nueva Alianza seguirá en los próximos días, con nuevas incursiones previstas en áreas identificadas como puntos críticos de producción de marihuana.