Las inundaciones que ocurrieron en el primer semestre de este año hacían suponer que la epidemia de dengue ya estaría vigente antes de lo esperado. Sin embargo, la sequía posterior contribuyó a que los posibles criaderos se secaran, comentó el titular de la Dirección General de Vigilancia de la Salud, doctor Guillermo Sequera.

Sin embargo, el reinicio del periodo de lluvias da impulso nuevamente a la amenaza. “A raíz de la sequía aguda que tuvimos durante casi tres meses, la ecuación de previsión hace que la epidemia se retrase, se vaya a diciembre o a principios de enero. La nueva epidemia de este verano no empezó todavía”, explicó.

Las notificaciones siguen aumentado, sobre todo en Central y Asunción, reveló el referente del Ministerio de Salud. Se aguarda que el aumento de los casos se concentre en esta parte del país, ya que en los últimos dos años no registró un incremento muy importante.

“Los brotes estarán concentrados en los lugares donde hace rato no hay. Esas son las previsiones”, adelantó el doctor Sequera.

A principios del año, los casos más numerosos estuvieron en los departamentos de Alto Paraná y Amambay. El DEN -2 y el DEN-4 serían los serotipos que reportarían mayores afectados, pronosticó.

COMPROMISO. Este es el momento en que la población debe hacer su parte para mitigar la epidemia, explicó Sequera. “Ahora se están volviendo a cargar los criaderos con el agua de lluvia. Es el momento para eliminar los criaderos porque una vez que se desate la epidemia y no se haya realizado el control de esos criaderos, después ya se hace difícil”, remarcó.

Las estimaciones de Salud indican que habrá un número mayor de casos de los registrados a inicios del año.