Cadáveres encontrados en zona rural de Pedro Juan no tienen señal de tortura

Los tres hombres asesinados el fin de semana por los supuestos “Justicieros de la Frontera”, estaban atados de pies y manos y recibieron disparos en la cabeza, pero no tenían otros signos visibles de tortura, según el Crio. Silvio Cantero, jefe policial.

“Señales de que fueron torturados el médico parece que no encontró, si maniatados y con el disparo de arma de fuego, pero de que más o menos fueron torturados antes no se encontraron rastros”, expresó Cantero, jefe de Seguridad Ciudadana de Amambay, sobre el crimen donde un agente policial y otros dos hombres fueron ejecutados en una zona distante a más de 40 km. de Pedro Juan Caballero.

La saña desmedida suele ser un símbolo de este grupo que no obstante dejó algunos elementos similares a anteriores crímenes. No hay certezas del origen y composición, del grupo autodenominado “Justicieros de la Frontera”. Hay quienes sospechan que se trata de una excusa de criminales organizados para tratar de dar cierto viso de “legitimidad” a asesinatos que en realidad se dan como parte de una lucha interna de los delincuentes.

Mencionó que Pedro Yanel Barúa Acosta (35), el suboficial inspector de la Policía asesinado tenía prisión domiciliaria y estaba siendo juzgado por el presunto delito de reducción de vehículos robados, por lo que no tiene sentido el supuesto argumento de “buscar justicia”.

“Este personal policial por ejemplo está a cargo de la justicia, ya se le detuvo, el personal policial lo detuvo y lo puso a disposición de la justicia. Es decir, estaba con proceso”, refirió. Agregó que llegó a estar preso en la Agrupación Especializada y luego logró la prisión domiciliaria.

Por ejemplo, en el último crimen que se atribuyen los autodenominados "Justicieros", le cortaron ambas manos a un joven al que acusaron de ladrón, y dejaron las partes amputadas sobre una pancarta con un mensaje que buscaba justificar el asesinato.

Pancarta dejada en mayo del año pasado. A la derecha la dejada ayer la costado de los cadáveres. De hecho, el mensaje en un improvisado cartel es el único elemento en común que puede relacionar ambos crímenes. En esta ocasión del triple crimen reprochaban el “robo de camioneta” a “inocentes”. “Después de una largo rato vuelven a salir estas pancartas al lado de los cuerpos”, también destacó el agente policial, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido entre el últimos crimen.

La Policía nacional también indaga los antecedentes de los otros asesinados, Delio Rosevel Santacruz Ramírez (31) y Venancio Ramón Romero (27), que eran cuñados entre sí y que no registraban causas en nuestro país. “Estamos averiguando en el lado brasileño, a ver si tienen antecedentes o captura. También se incautaron en el lugar celulares y una camioneta F-1000, sin placa, todo eso se está averiguando. Ya personal de Investigaciones fue al lado brasileño a ver si ese vehículo no tiene orden de captura”, explicó