La Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) encontró varios explosivos en la Operación Tormenta, en la cual abatieron en un tiroteo a tres miembros del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Se presume que las bombas iban a ser utilizadas en un breve tiempo para un nuevo atentado criminal.

El capitán Óscar Chamorro, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), contó que tras el enfrentamiento registrado con el grupo Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), en el que fallecieron tres de sus miembros identificados como Lucio Silva, Rodrigo Argüello y Esteban Marín, se encontraron explosivos y granadas que estaban en condiciones de ser utilizados en cualquier el momento.

"Los explosivos y las granadas ya estaban en condiciones de ser empleados, cuyo transporte es medio riesgoso si es que ya no estás en la inminencia de utilizarlo, o por lo menos no estás pensando utilizarlo en el instante o ya hay una cierta preparación para hacer algo o estás preparándote para reaccionar por algo, no sabemos. Pero encontramos explosivos que podían haber causado un daño tremendo a cualquiera", expresó en conversación con SNT.

Mencionó que en un enfrentamiento anterior ya encontraron un artefacto llamado minas claymore improvisadas, que son "típicamente construidas" para causar un daño letal en una emboscada, con los dispositivos de activación, que son el estopin y el dispositivo que utilizarían para el disparo, que son jeringas.

"Todo eso hemos encontrado entre las evidencias que estaban con este grupo y también al anterior, en este caso con mayor preparación, pareciera ser para ser utilizado en un tiempo más breve", agregó.

Uno de los artefactos explosivos encontrados en poder de los tres abatidos del EPP.

Dijo que siempre existe la posibilidad de atentar contra los miembros de la fuerza de seguridad, porque no cree que el EPP "esté muy tranquilo", sin pretender planificar y llevar a la ejecución algo que sea contra lo que ellos definen como "sus enemigos en la guerra".