Brasil militariza la frontera para combatir el contrabando, tráfico de drogas y armas

Brasil militarizó la frontera con Paraguay en la región de la triple frontera desde el miércoles, iniciando un gran despliegue de soldados en el marco de un operativo destinado a combatir delitos transnacionales como el contrabando, el tráfico de drogas, armas y municiones.

El ejército brasileño desplegó tropas en Foz de Yguazú y municipios vecinos. Se intensificó el patrullaje a lo largo de la BR-277, caminos vecinales y en la zona primaria del Puente Internacional de la Amistad, donde se aplica un control más riguroso de vehículos particulares y del servicio de transporte como buses, taxis, furgonetas y mototaxis.

 

La operación es comandada por la 5ª División del Ejército (5ª DE), con el apoyo de las agencias de seguridad federales, estatales y municipales. Un equipo del 20º Batallón de Infantería Blindada (20º BIB), con base en Curitiba, se desplegó hasta la ciudad de Foz de Yguazú el pasado fin de semana.

 

Según el teniente coronel de infantería Israel Demogalski, el ejército está apoyando a las fuerzas de seguridad como la Policía Federal, Rodoviaria Federal, Civil, Militar y de control fiscal como la Receita Federal (Secretaría de Ingresos Fiscales del Brasil) en acciones represivas, realizando cortes en caminos rurales y urbanos.

 

Los principales puntos de concentración son la zona primaria del Puente de la Amistad y barreras de control de la Policía Federal de Rodoviaria Federal sobre la BR-277. En estos lugares, los equipos ayudan en el abordaje a personas y vehículos en busca de actividades ilegales.

 

Agua

 

Igualmente, se realizan patrullas fluviales por las aguas del río Paraná. No es ningún secreto que entre el barrio San Rafael y las tres fronteras operan más de 20 puertos clandestinos, por donde operan traficantes y contrabandistas.

 

A lo largo de estos años, incursiones de la Nepom (Núcleo Especial de la Policía Marítima del Brasil) desencadenaron verdaderas batallas con armas de grueso calibre con traficantes. En viviendas ubicadas en barrios ribereños como San Miguel y Remansito de Ciudad del Este es posible ver como muchas tienen impactos de balas, productos de las refriegas que por lo general se desarrollan en horas de la noche.

 

En estos barrios, nadie habla ni ve lo que ocurre de noche en el río Paraná, que hace años se volvió territorio dominado por criminales. En el año 2011, desde Paraguay, hubo una tímida reacción interviniendo varios puertos clandestinos en el barrio San Miguel, pero sin mayores resultados.

 

Según la Policía Federal del Brasil, el volumen de tráfico de marihuana en esta región fronteriza registra un crecimiento vertiginoso y no se vio afectado por la pandemia del Covid-19, ni por el cierre de frontera que duró más de 7 meses.

Se estima que el 90% del tráfico de drogas y armas, al igual que el contrabando, en la frontera entre el Paraguay y Brasil, se materializa a través de los puertos clandestinos ubicados en el río Paraná y en el lago Itaipú. Mientras, por el Puente de la Amistad pasa la marihuana “al menudeo”, en pequeñas cantidades. Empero, en los últimos años también se han descubierto grandes cantidades despachadas entre cargas legales que van al Brasil desde Paraguay.