En cárcel de PJC incautan elementos en torno al crimen de Bazán

Una comitiva fiscal-policial se encuentra allanando la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero como parte de las investigaciones del asesinato de Domingo Antonio Bazán, exjefe de Establecimientos Penitenciarios, ocurrido el pasado 23 de noviembre. Las celdas donde se realizan los cateos pertenecen a miembros del clan Rotela, de acuerdo a datos preliminares, y ya se incautaron varios elementos que serán sometidos a pericias.

El operativo de allanamiento en la Penitenciaría de Pedro Juan Caballero se centró, según datos preliminares, en las celdas pertenecientes a miembros del clan Rotela, una organización que ha estado vinculada con actividades delictivas en el ámbito penitenciario. Los intervinientes buscan recopilar evidencia que pueda arrojar luz sobre los motivos detrás del asesinato de Domingo Antonio Bazán y posiblemente revelar conexiones adicionales.

Desde la Policía confirmaron que en este operativo incautaron un teléfono, una tarjeta SIM y documentos varios, que serán sometidos a pericia para verificar los datos.

 

Otros allanamientos en cárceles del país

Cabe destacar que este no es el único frente de acción en la investigación. Simultáneamente, se están llevando a cabo procedimientos en otros centros penitenciarios del país donde la víctima prestó servicios a lo largo de su carrera. Estas acciones buscan abordar cualquier posible implicación o vínculo en diferentes contextos penitenciarios.

Domingo Antonio Bazán, quien anteriormente había ocupado el cargo de interventor en la Penitenciaría de Pedro Juan Caballero, fue posteriormente designado como director interino de la misma institución. Su larga trayectoria en el sistema penitenciario lo convirtió en una figura de importancia, y su asesinato ha conmocionado a la comunidad carcelaria y a la sociedad en general.

Bazán fue asesinado a tiros por dos sicarios la mañana del jueves 23 de noviembre, cuando se dirigía a la Penitenciaría Regional de Concepción. Fue interceptado en la vía pública (a unos 1.000 metros del reclusorio) y realizaron varios disparos contra su vehículo.

Pese a resultar herido, reaccionó y disparó contra sus agresores para descender del rodado y correr hacía una propiedad privada, donde fue alcanzado por los sicarios, quienes lo remataron en el suelo.